El pasado lunes 6 de este es de febrero, siendo las 7:00 horas de la mañana en Turquía, los moradores en varias ciudades de ese país jamás se imaginaron lo que les sucedería mientras se alistaban para ir a sus trabajos o mientras aún dormían.
“COMENCÉ A SENTIR QUE EL SUELO SE MOVÍA, CUANDO DE PRONTO TODO SE VINO ABAJO”, comentó para los medios una de las miles de sobrevivientes que fue rescatada por los organismos de socorro, “MI ESPOSO DESCANSABA ESE DIA DE SU TRABAJO Y SE ENCONTRABA EN LA HABITACIÓN CON LOS NIÑOS, AUN NO SE NADA DE ELLOS, SON TRES NUESTROS HIJOS Y EL, NO HAN LOGRADO ENCONTRARLO, RUEGO A ALA POR ELLOS”, declaraba la muejer con gran angustia y desesperación, mientras trataba de remover escombros del lugar, horas después encontrarían a sus tres hijos y a su marido sin viva.
Cerca de 3,000 edificios y casas fueron hechos trizas por el desbastador terreno de 5.7 que por un largo tiempo los Turcos recordarán e inolvidable para los afectados de una manera u otra.
“¡DIOS!, ¡DIOS MIO!, MI HERMANO, ¡HO DIOS!, MI HERMANO Y SU FAMILIA ESTABAN EN EL APARTAMENTO”, gritaba desesperado un hombre que llevaba a una de las escenas del desastre, el edificio donde residía su hermano mayor estaba totalmente destruido, “¡VENGAN!, ¡POR FAVOR!, ¡AYUDA!”, clamaba el hombre, hasta el día de hoy los escombros del edificio no han sido removido por falta de maquinaria, en esa condición se encuentran cientos.
Una mujer realizó parto debajo de los escombros, los socorristas lograron extraer la criatura, pero la madre murió momento después.
En este dia, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha comunicado que 13 millones de personas se han visto afectadas de alguna manera por los sismos y ha declarado el estado de emergencia en 10 provincias asoladas por los terremotos del día lunes que han causado más de 8.000 muertos hasta el momento. La medida estará en vigor durante tres meses.
Mientras avanzan las horas, así mismo aumentan las víctimas, en medio del caos se producen uno que otro milagro al rescatar infantes que se encontraban durmiendo a esa hora, “¡LO ESCUCHO!, ¡SI!, ES LA VOZ DE UNO DE MIS NIÑOS”, manifestaba una madre que momento antes fue sacada de entre las piedras y el concreto, de sus cuatro hijos solo uno fue rescatado con vida, los demás no corrieron con tanta suerte.
Las autoridades sólo van dando cifras preliminares de los vivos y muertos, porque aún faltan la mayoría de las estructuras por ser removidas, mientras crece la desesperación de familiares y amigos en las calles y colaborando con los rescatistas.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha informado el martes de que al menos 380.000 ciudadanos se han cobijado en refugios u hoteles del Gobierno, y otros se guarecen en centros comerciales, estadios, mezquitas y centros comunitarios. Los terremotos del lunes destruyeron más de 6.000 edificios, dejando sin hogar a miles de personas.
La desesperación de los ciudadanos afectados es tal, que muchos han saqueado tiendas y comercios de las áreas, mientras que los propietarios permanecen en las puertas para evitar los saqueos.
Por todos lados se escuchan los llamados de auxilio por parte de quienes permanecen debajo de la destrucción, lo que produce una sensación de impotencia para quienes lo escuchan, “¡MAMI!, ¡MAMI!, ESTA OSCURO,” se escuchaba a una niña gritar, mientras trataban de llegar a ella.
La comunidad internacional ha sido solidaria, no sólo con Turquía, también con Sirias, donde también el panorama es desolador y no menos triste.